Cuidando

Detalle flor del tomate

Ha pasado bastante tiempo desde la última entrada sobre mi huerto ecológico. Ahora el huerto empieza a funcionar solo y necesita pocas tareas y cuidados periódicos, como podas y acciones eventuales como poner cañas.

En la entrada anterior hablé sobre el acolchado, y una tierra nutrida.

Hoy me gustaría hacer un resumen del crecimiento del huerto, cómo acompañarlo y cuidarlo.

¿Pero cómo voy a hacerlo?

1. Observando el terreno

Parece que la tierra empieza a despertar y el acolchado va de maravilla, las plantas están creciendo sanas y fuertes. Algunas plantas silvestres están creciendo por aquí y por allá sin mayor problema. La humedad de los caballones llega a aguantar hasta 6 o 7 días y la del suelo aún más. Como cada vez los días son más calurosos y soleados, algunas plantas empiezan a presentar síntomas de exceso de calor, sol o estrés hídrico en las horas centrales del día.

Bancal conbinado

Algunas flores asomando entre las hojas de calabacín, la berenjena, el pimiento y las tomateras que también comienzan a rebosar de chupones.

Cebollas creciendo

Las cebollas están creciendo lentamente en su zona, pero tienen buen aspecto.

Fila de lechugas a punto para recoger

Y las lechugas maravilla de verano presenta un aspecto estupendo.

2. Plantas aromáticas y silvestres.

Hay muchísimas plantas beneficiosas para el huerto y la mayoría de ellas requieren poco o ningún cuidado para crecer año tras año.

Aquí algunos ejemplos.

Entre las plantas beneficiosas para el huerto se encuentran muchas aromáticas que, ademas de proteger y aromatizar el huerto, son comestibles y algunas están riquísimas como la albahaca, la menta, el romero o la hierba luisa.

Detalles sobre plantas aromáticas aquí.

Menta aromática

La menta es una aromática muy usada en cocina, con un sabor muy refrescante, y que ayuda y se asocia muy bien con la col y las lechugas.

Detalle hojas hierba Luisa

La Hierba Luisa entra más dentro de las plantas medicinales y aporta un aroma muy especial al huerto.

Detalle hojas espinosas

Muchas plantas silvestres pueden funcionar como repelente, cobijo para depredadores o planta trampa ayudando a defender y señalar las plagas potenciales antes de que sea demasiado tarde. Cuando crecen sin competir con las plantas del huerto también ayudan a retener la humedad, dar sombra y si las segamos se pueden utilizar para seguir acolchando el huerto o enriquecer el compost.

Detalle silvestre puas

La fauna auxiliar es especialmente interesante, en estas plantas es donde suelen encontrarse muy agusto muchos depredadores naturales de las plagas más comunes. Cuando una plaga empieza a aparecer, sus depredadores no tarda en salir desde estas plantas silvestres para reproducirse hasta controlar la plaga.

3. Flores y frutos.

Antes de que salgan un fruto le precede una flor. Cuando una de nuestras plantas empieza a florecer es una buena señal, querrá decir que la planta está sana y que está preparándose para dar frutos.

Muchas plantas hortícolas tienen flores hermafroditas como el tomate, o tienen flores masculinas y femeninas en la misa planta, como el calabacín. Y por lo tanto ellas solas pueden dar fruto. En ambos casos se les puede ayudar a dar más frutos atrayendo a abejas o insectos melíferos a la zona o polinizando manualmente las flores con un pincel.

Flor de Calabacín

Flor macho del calabacín abriéndose.

Calabaciín bortando

Flor hembra del calabacín ya polinizada y creciendo. Si lo dejamos crecer se convertirá en una calabaza y dará semillas.

Detalle de flor de pìmiento

Flores de los pimientos despuntando, suelen crecer lentas y ser abundantes.

Detalle flor del tomate

Flores del tomate madurando, ya casi a punto para ser fecundadas.

Detalle tomate bortando

Frutos de las flores del tomate creciendo poco a poco.

Berenjena negra creciendo

La berenjena también empieza a despuntar sus flores y pronto aparecerán los primeros frutos.

En la mayoría de las plantas que dan frutos es aconsejable dejar madurar alguno de los primeros frutos para poder sacar semillas y así poder volver a plantarlas. Normalmente cuantas más veces consigamos cultivar exitosamente una variedad tradicional, y conservar sus semillas, más adaptada estará esa variedad a nuestro suelo y clima.

Resultado

El esfuerzo y cariño dedicado se expresa hora en forma de frutos, hojas y raíces muy ricas, de las variedades únicas y sin ningún tipo de veneno o producto sintético.

Ver crecer las plantas sanas y fuertes es uno de los mayores placeres de cultivar un huerto. Siento alegría al observar como crecen cada vez más rápido con cada visita. Algunas variedades raras dan agradables sorpresas con frutos antes de tiempo, variedades más resistentes o formas, sabores o colores muy originales, distintos a las variedades que se suelen comprar.

En la próxima entrada me gustaría escribir sobre las labores de poda, enturado y prevención de plagas.

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